jueves, enero 10

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Lo bueno de contarle una fabula a ciertas personas, es q de vez en cuando vuelven y te cuentan una historia.

Estaba el otro día – dice el.

En una teteria, ya me conoces, últimamente me va ese rollo, voy por allí, con unos colegas, nos fumamos unas pipas de whisky, lo típico, pero ese día, ese día mi rollo era otro.

Estoy con todos esos libros q me he regalado por navidad, época de reencuentro por otro lado, ves las viejas caras, todo el mundo tiene cosas q contar, libros q recomendar, y tu estas borracho y te mola el rollo, y te los terminas regalando.

Últimamente no paro de leer, y para mi desgracia, mi casa no es el sitio mas cómodo para hacerlo, suelo llevarme las ediciones de bolsillo, para el metro o el tren, pero ahora estaba con ese tronco, q sabia q no podría llevar cómodamente a ninguna parte, y por supuesto tenia q terminármelo, así q me dio por empezar a salir de casa y leer en bares, o como es este caso, teterias.

Y estaba yo allí, sentado en mi cubículo de cojines árabes, mientras disfrutaba de un te dulzón y de una buena pipa, (por q yo lo valgo), dejándome los ojos en aquella oscuridad, cuando de repente una guarrilla y me pregunta, ¿Q lees?

Ya me había percatado, de alguna mirada discreta en mi dirección, no de ella en concreto, pero si en general, todo sea dicho, la oscuridad del antro no es el mejor sitio para leer, era el único q estaba solo, y ahora q lo pienso jamás he visto a nadie allí apalancado, tirado en un rincón, alone. Era cuanto menos curioso, bien pensado si q cantaba un poco, pero bueno, ¿la humillación no es humillación si no escoges sufrir verdad?

Pasaba de todo y la verdad no quería q me molestaran, pero tampoco tenia motivos para ser descortés, así q le indique amablemente los detalles de mi lectura.

Creo q es en este punto cuando debería comentarte algo, y es q yo tengo un marca páginas un tanto especial. Es una tarjeta de visita, obviamente no mía, pues yo no tengo, son de un viejo compañero de piso, q cambio de curro, viejas y casi olvidadas, no le servían para nada, pero yo me quede unas pocas por las risas, sabia q para algo me servirían, como así fue, un marca paginas estupendo. El caso es, q ya entonces había bromeado con la idea, había realizado el chiste, supongo q de otra manera, simplemente no se me hubiera ocurrido.

Le indique los detalles del libro, y ella se sentó sin invitación, supongo q para muchas mujeres el simple echo de q les hables les indica q ya pueden hacer contigo lo q quieran. Tomo el libro, q yo le estaba mostrando y encontró mi marca paginas favorito.

Y esto? – dice ella como si nunca hubiera visto una tarjeta de visita en su vida

Y claro, se me paso por la mente, no podía ser de otro modo.

Ese soy yo –Solo tuve q recordar tu frase, últimamente me pasa a menudo. ¿Q harías si no tuvieras miedo?.

No es un gran engaño, no es tomarle el pelo a nadie, pero simplemente es algo q yo nunca hubiera podido hacer, simplemente no me salen esas cosas.

Así q en ese momento me convertí en un ingeniero industrial, solo por un ratito, me invente una historia, un personaje, y luego me lo puse cual guante, no me quedaba muy bien, pero bueno, solo era para un momento, es sorprendente lo cómodo q te sientes, no hay motivo para ponerse nervioso, si algo sale mal, no eres tu, eres tu personaje, y el simplemente no se pone nervioso, el no miente, el no tiene miedo.

Pero como todo, termina cansando, asi q cuando finalmente fue al baño, yo me levante, pague y me fui, tenia ganas de acabar mi libro, y bueno, si quiere llamarme, tiene mi tarjeta.



"A veces, un poco de temor puede ser bueno. Como cuando se teme q las cosas empeoren si no se hace algo. Pero no es bueno sentir tanto miedo, q te impida hacer lo q quieres, o lo q debes."