Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano

Hoy he visto a un viejo amigo, es alguien al q conozco de hace mucho tiempo, y aunq podria decirse q tenemos una relación cercana, nunca hemos sido demasiado intimos, o al menos no demasiado conscientemente.

Lo cierto es q suelo olvidarme de el con facilidad, no es alguien con quien comparta copas o vida social, podríamos decir q es una de esas “viejas amistades”. Alguien con el q te encuentras y siempre le recibes con una sonrisa en la cara, le saludas amablemente sabiendo q el te responderá de igual manera, q los dos sereis corteses, q os despedireis de buenas maneras y “hasta la próxima vez”.

No es q seamos tan secos, muchas veces si la ocasión lo permite hablamos mucho mas, en ocasiones largo y tendido, es curioso la capacidad q tiene de escucharme, de soportarme, como casi sin decir nada, ya empiezo a escuchar sus reproches, su cantinela de corrección, como si fuera mi padre o quizas un guia espiritual, quizas en cierta forma lo sea.

Para la cantidad de favores q creo q me ha hecho, quizas sea un poco injusto este trato con el, pero creo q estamos juntos en la medida q lo necesitamos y quizas en eso se basa nuestra buena relacion.

Siempre pienso, aunq suene un poco extraño, q difícilmente podria dibujar su cara cuando no esta, como si no la tuviera presente. Pero cuando le veo, la podria hacer al dedillo, y no por q este delante, mas bien es q la duda desaparece, y se q no hay espacio para la duda, ese es mi amigo. Aunq muchas veces me odie.

Hoy le vi en el ascensor, no recuerdo si subía o bajaba, pero espero volver a verle pronto. Ya tengo cosas q contarle